sábado, 19 de enero de 2013

Creando, creando.....


Teatro

El fantasma del castillo

Personajes:
Narrador
Fantasma Juanito.
Niños:
-      Amelia
-      Héctor
-      Hugo
-      Sara
Alcalde.
Habitantes del pueblo.

Decorado 1: Dibujo sencillo realizado sobre papel continuo, representación de un pueblo, el ambiente debe ser grisáceo y lluvioso. A lo lejos deben aparecer montañas y un viejo castillo en ruinas.
Decorado 2: Dibujo sencillo realizado sobre papel continuo, representación de un bosque.
Decorado 3: Representación del castillo en ruinas.

Narrador: Buenas tardes damas y caballeros, niños y niñas. Si queréis ver esta bonita obra 
silencio debéis guardar. (Voz en off)

(Breve reproducción de La mañana de P.Gynt)

(Se abre el telón, aparece el narrador, se acerca al público. Decorado 1)

Narrador: Había una vez  una pequeña aldea atemorizada por un terrible fantasma que robaba las provisiones de los campesinos y asustaba a los niños.  Siempre que se enfadaba creaba una tormenta terrible.
(Sale el narrador del escenario, entran el alcalde y los aldeanos. Se sitúan en el centro del escenario, en la esquina derecha vemos a los cuatro niños protagonistas de la historia intentando esconderse para que no sean vistos por el alcalde ni por los “mayores”)

(Se oyen gritos, vemos una discusión ente la gente del pueblo y el alcalde)

Alcalde: (dirigiéndose a los aldeanos): Os ruego silencio. Si nos callamos es posible que encontremos una solución entre todos.

Aldeano 1: ¡No podemos seguir así señor alcalde!, mis hijos siempre tienen miedo.

Aldeano 2: Roba la comida

Alcalde: Lo sé, a mi casa también viene. ¿Os pensáis que sois los únicos?

Aldeano 3: Nos manda terribles temporales destrozando nuestras cosechas.

Alcalde: Pero yo no puedo hacer nada, bien sabéis que todo aquel que se acerca al castillo nunca vuelve.

Aldeano 4: Debemos encontrar otra solución, deberíamos ir a la cuidad y pedir ayuda a la policía ya que el malvado fantasma hizo desaparecer a la de nuestra pequeña aldea.

Alcalde: Está bien creo que es una buena idea, mañana me dirigiré a la cuidad para pedir la ayuda. Nos reuniremos pasado mañana a las 12 y os traeré noticias.
(Desaparecen del escenario el alcalde y los aldeanos, los niños se sitúan en el centro del escenario)

Hugo: ¡Chicos no podemos seguir así! ¡Tenemos que hacer algo!

Sara: Hugo tiene razón debemos hacer algo, tenemos que ayudar a nuestros padres. Estoy harta de ese estúpido fantasma. (Da una patada al suelo)

Héctor: Estoy con vosotros debemos hacer algo.

Amelia: ¿Y qué pretendéis que hagamos? ¿No estaréis pensando en ir al casillo, verdad? (Agitando los brazos)

(Hugo, Sara y Héctor se miran y sonríen)

Amelia: ¡Estáis locos! ¿No habéis oído al alcalde?, nadie vuelve.

Hugo: No seas miedica Amelia.

Héctor: Debemos trazar un plan para poder hablar con el fantasma y así librarnos de él.

Sara: Podríamos engañarle, nos disfrazamos de algo que de mucho miedo, y le amenazamos con acabar con él

Amelia: Sara el fantasma no es tonto, no será nada fácil asustarle. (Moviendo la cabeza)

Héctor: Yo propongo ir al castillo en son de paz e intentar hablar con él. Todo el mundo va al casillo para atacarle pero nunca nadie ha intentado hablar con él por las buenas. ¿Es una buena opción, no? Por intentarlo no perdemos nada.

Hugo: Tienes toda la razón Héctor, los mayores siempre nos dicen que la cosas se solucionan hablando. ¿Qué decís chicas?

Sara: Me parece una idea estupenda.
(Choca la mano con Hugo y con Héctor).

Sara: Amelia, ¿Te animas?

Amelia: (Algo indecisa) Vale.

(Todos la abrazan)
Hugo: Nos vemos mañana al amanecer en la entrada del bosque.

Todos: Hasta mañana.

(Desaparecen del escenario. Se cierra el telón. Cambiamos el decorado uno por el decorado dos)
(Breve reproducción de La mañana de P.Gynt. Se abre el telón. Entran Hugo, Amelia y Héctor todos con mochilas. Vemos que la intensidad de la luz es menor y tiene un tono anaranjado)

Hugo: Buenos días chicos

Amelia: Ho-hola-la. (Tiritando). Menudo frío hace.

Héctor: Es verdad, estoy seguro que está a punto de llover.

(Se oyen ruidos de truenos y viento)(En ese momento aparece Amelia).

Amelia: Hola chicos siento llegar tarde, pero tuve que esperar a que mis padres se fueran para poder escaparme.

(De nuevo se oyen ruidos de truenos. Comienza a llover)

Héctor: Porras, ya está lloviendo. Debemos darnos prisa para llegar al castillo antes de que comience a llover más fuerte.

Amelia: He traído unos paraguas nos servirán para cubrirnos. (Se descuelga la mochila y reparte los paraguas a cada uno de sus amigos).

(Caminan por el escenario cubiertos por los paraguas como si estuvieran atravesando el bosque).

(Se cierra el telón. Cambiamos el decorado 2 por el decorado 3. Se abre el telón. Continua la lluvia)

Sara: (señala el castillo) ¡Chicos por fin hemos llegado!
(Se oye un fuerte trueno. Los niños se asustan)

Fantasma:( gritando) ¡Largo de aquí! 

(Los niños en  fila se acercan muy despacio)

Fantasma: ¡Fueraaaaa!

Sara: Venimos en son de Paz.

Hugo: No queremos hacerte daño.

Amelia: Sólo queremos hablar.

Fantasma: ¡Fueraaaaa!

Héctor: Será mejor que nos marchemos.

(Los niños se dan la vuelta. Es entonces cuando se escuchan unos sollozos)
Hugo: ¿Habéis oído eso?

Sara: Parece un llanto.

(En la esquina derecha del escenario en la sombra se ve una figura sentada en el suelo llorando) (Los niños se acercan al fantasma).

Amelia: Hola, ¿estás bien?

(Se sienta junto al fantasma)

Fantasma: No, estoy muy triste.

(El resto de niños se sientan también)

Sara: ¿Por qué?

Fantasma: No tengo amigos y siempre estoy muy sólo. Todo el mundo me tiene miedo. Me tiran cosas, y tratan de atraparme

Hugo: Pero es normal que todo el mundo te tenga miedo, siempre estás asustando a todo el mundo.

Fantasma: Ya pero nadie me deja otra opción porque siempre vienen a atacarme. Vosotros sois los primeros que han intentado hablarme. Yo en realidad no quiero ser malo pero así es como ve la gente a los fantasmas.

Amelia: Estoy segura que los habitantes del pueblo te perdonarán si te disculpas y les cuentas lo mismo que nos has contado a nosotros.

Fantasma: ¿Seguro? (el fantasma sonríe y deja de llover)

Hugo: Seguro (sonriendo)

Héctor: Mañana el alcalde se reunirá a las 12 en la plaza del pueblo con todos los habitantes, nosotros quedaremos diez minutos antes en la entrada del bosque y te acompañaremos y le diremos a los vecinos que eres bueno y que estás arrepentido.

Fantasma: ¡Oh!, Muchas gracias chicos, sois los mejores amigos que he tenido nunca. ¿Os puedo llamar amigos, no?

Todos: ¡Por supuesto!

Fantasma: Os espero mañana en la entrada del bosque. Hasta mañana amigos. Por cierto mi nombre es Juanito.

(Los niños y el fantasma desaparecen del escenario y lo hacen por lados opuestos. Se cierra el telón)

(Se abre el telón. Vemos de nuevo el decorado 1.  Salen a escena aldeanos 1, 2,3 y 4)

Aldeano 1: Esperemos que el alcalde tenga una solución.

(Entra a escena el alcalde)

Alcalde: Muy buenos días aldeanos.

Aldeano 3: Buenos días alcalde, ¿y bien?

Alcalde: Me temo que tengo malas noticias, no he logrado solucionarlo
(Aldeanos gritan)

(En ese momento entran al escenario los niños con el fantasma)

Aldeano 2: (ve a los niños con el fantasma, se sobresalta) ¡Cuidado niños, el fantasma!

Aldeano 3: ¡Atrapadlo!

Hugo: ¡Noo!, esperad un momento, no es malo, quiere disculparse y ser nuestro amigo.

Fantasma: Me llamo Juanito, llevo muerto más de 300 años y desde siempre todo el mundo me ha tenido miedo. Actué de ese modo tan horrible porque todos querían atraparme. Espero que me perdonéis y me dejéis vivir en la aldea.

Alcalde: Yo creo que deberíamos someterlo a votación, ¿quién está a favor de perdonarle?
(Todos levantan la mano. Los niños y el fantasma se ponen muy contentos)

Fantasma: ¡Muchas gracias!

(El fantasma se abraza con los niños y va saludando al alcalde y a los aldeanos, de fondo escuchamos un hilo musical en allegro).
(Se cierra el telón)

Narrador: Damas y caballeros, niños y niñas esta es la historia del fantasma Juanito que tiene un final feliz, esperamos que hayáis disfrutado de la obra. Buenas tardes y gracias por venir.




 POESÍA

He utilizado la técnica de recreación de poemas, consiste en escoger un poema y cambiar el tema, los adjetivos…
  He elegido este poema de Alberti porque creo pude ser divertido para los alumnos y porque Alberti es uno de mis poetas preferidos.



ME GUSTA

Me gusta.
Me gusta.
Me gusta.
¡Cómo me gusta!
Más que nunca me gusta.
Me gusta tantísimo.
¡Me gusta muchísimo!
Quiero decir de todas las maneras
lo mucho que me gusta.
Todos ven en mi cara lo mucho que me gusta.
Es innegable, niños.
No puedo disimular.
¿Le gusta?
Me parece que a usted le gusta mucho.
¿Es posible que le guste tanto?
¿Siempre le gusta?
¿Le gusta en primavera?
¿Le gusta en verano?
¿Le gusta el otoño?
¿Le gusta en invierno?
¡No es posible que le guste en invierno!
¡Pues sí!
¡Me gusta!
¡Me gusta!
¡Me gusta!
¡Es lo que más me gusta!
Y de repente…. ¡Oooh!.
He tropezado y ¡Plof!.
¿Y Plof?
Sí, señor.
Me he quedado sin eso que tanto me gusta.
¡Me he quedado sin mi helado de chocolate!
¡ME HE QUEDADO SIN MI HELADO!
¿Cómo es posible?
¡Mi helado!
¡Mi dulce y chocolateado helado!
¿La suerte…la…la suerte?
Estoy pegado al suelo.
¡No lo puedo evitar!
¡Mmmm…!
¡Cómo me gusta el helado de chocolate! 



PROSA

La aventura de Hugo

  Hugo tiene diez años es pelirrojo, tiene los ojos verdes, pecas en la cara y es alto para su edad.
Vive con sus padres y su hermano pequeño a las afueras de Londres en una bonita casa cerca la estación  de tren.
 Como a todos los niños de su edad le encanta jugar en la nieve con sus amigos, siempre está muy emocionado cuando  se acercan las vacaciones de Navidad pero este año estaba mucho más emocionado porque iba a visitar a sus abuelos que vivían en Transilvania.
 Hugo y su familia cogieron el avión el día 23 por la tarde y tras unas horas de vuelo llegaron al aeropuerto de Transilvania donde les esperaba su abuelo James.
Recogieron el equipaje y emprendieron el viaje hasta la casa de su abuelo. Este vivía en un pequeño castillo en un frondoso bosque de las afueras de Transilvania.
  Tras una hora de viaje llegaron al castillo, Hugo y su hermano Teo se quedaron boquiabiertos pues nunca lo habían visto y era realmente extraordinario aunque también era algo tenebroso y daba un poco de miedo.
  Entraron en el castillo, cuando dejaron el equipaje bajaron al salón tal y como les había dicho el abuelo James que hicieran. Había un suculento festín casi tan delicioso como el que tomaría la próxima noche para celebrar la Noche Buena.
Cuando terminaron de cenar los padres de Hugo y su hermano que dormía con ellos se fueron al dormitorio, en cambio Hugo se quedo con su abuelo, sentado junto al fuego mientras este le contaba la leyenda sobre el castillo en el que vivía.
 Esta decía así: “Cuenta la leyenda que en este castillo allá por el siglo XV vivía un vampiro, pero era un vampiro muy peculiar pues sólo atacaba una vez al año, la noche antes de Noche Buena y sobre todo le gustaba la sangre de los extranjeros“
 Hugo subió a su habitación un poco asustado, se puso su pijama y se metió en la cama pues estaba muy cansado después del largo día de viaje pero de repente escuchó un trueno y en ese momento empezó a llover, la ventana se abrió con la fuerza del viento y Hugo se tapo con las mantas, muy asustado.
No podía dormir porque sentía que estaba siendo observado, encendió la luz, pero no vio nada. Cerró los ojos y trató de dormir, pero en ese momento Hugo pudo sentir que algo o alguien muy, muy frío estaba junto a su lado, estaba nervioso, paralizado y de repente sintió una gran inyección en el cuello, abrió los ojos y pudo ver la figura de un hombre que desapareció en ese momento y salió volando por la ventana.
Al día siguiente se despertó y se dio cuenta de que todo había sido una pesadilla estúpida, pero cuando Hugo fue al baño para lavarse la cara se dio cuenta de que tenía dos pequeños marcas en el cuello.





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