Teatro
El fantasma del
castillo
Personajes:
Narrador
Fantasma Juanito.
Niños:
-
Amelia
-
Héctor
-
Hugo
-
Sara
Alcalde.
Habitantes del pueblo.
Decorado 1: Dibujo
sencillo realizado sobre papel continuo, representación de un pueblo, el
ambiente debe ser grisáceo y lluvioso. A lo lejos deben aparecer montañas y un
viejo castillo en ruinas.
Decorado 2: Dibujo
sencillo realizado sobre papel continuo, representación de un bosque.
Decorado 3:
Representación del castillo en ruinas.
Narrador: Buenas
tardes damas y caballeros, niños y niñas. Si queréis ver esta bonita obra
silencio
debéis guardar. (Voz en off)
(Breve reproducción de La mañana de P.Gynt)
(Se abre el telón, aparece el narrador, se acerca al
público. Decorado 1)
Narrador: Había una
vez una pequeña aldea atemorizada por un
terrible fantasma que robaba las provisiones de los campesinos y asustaba a los
niños. Siempre que se enfadaba creaba
una tormenta terrible.
(Sale el narrador del escenario, entran el alcalde y los aldeanos.
Se sitúan en el centro del escenario, en la esquina derecha vemos a los cuatro
niños protagonistas de la historia intentando esconderse para que no sean vistos
por el alcalde ni por los “mayores”)
(Se oyen gritos, vemos una discusión ente la gente del
pueblo y el alcalde)
Alcalde:
(dirigiéndose a los aldeanos): Os ruego silencio. Si nos callamos es posible
que encontremos una solución entre todos.
Aldeano 1: ¡No podemos
seguir así señor alcalde!, mis hijos siempre tienen miedo.
Aldeano 2: Roba la
comida
Alcalde: Lo sé, a
mi casa también viene. ¿Os pensáis que sois los únicos?
Aldeano 3: Nos manda
terribles temporales destrozando nuestras cosechas.
Alcalde: Pero yo no
puedo hacer nada, bien sabéis que todo aquel que se acerca al castillo nunca
vuelve.
Aldeano 4: Debemos
encontrar otra solución, deberíamos ir a la cuidad y pedir ayuda a la policía
ya que el malvado fantasma hizo desaparecer a la de nuestra pequeña aldea.
Alcalde: Está bien
creo que es una buena idea, mañana me dirigiré a la cuidad para pedir la ayuda.
Nos reuniremos pasado mañana a las 12 y os traeré noticias.
(Desaparecen del escenario el alcalde y los aldeanos, los
niños se sitúan en el centro del escenario)
Hugo:
¡Chicos no podemos seguir así! ¡Tenemos que hacer algo!
Sara: Hugo
tiene razón debemos hacer algo, tenemos que ayudar a nuestros padres. Estoy
harta de ese estúpido fantasma. (Da una patada al suelo)
Héctor:
Estoy con vosotros debemos hacer algo.
Amelia: ¿Y
qué pretendéis que hagamos? ¿No estaréis pensando en ir al casillo, verdad? (Agitando
los brazos)
(Hugo,
Sara y Héctor se miran y sonríen)
Amelia:
¡Estáis locos! ¿No habéis oído al alcalde?, nadie vuelve.
Hugo: No
seas miedica Amelia.
Héctor:
Debemos trazar un plan para poder hablar con el fantasma y así librarnos de él.
Sara:
Podríamos engañarle, nos disfrazamos de algo que de mucho miedo, y le
amenazamos con acabar con él
Amelia:
Sara el fantasma no es tonto, no será nada fácil
asustarle. (Moviendo la cabeza)
Héctor: Yo
propongo ir al castillo en son de paz e intentar hablar con él. Todo el mundo
va al casillo para atacarle pero nunca nadie ha intentado hablar con él por las
buenas. ¿Es una buena opción, no? Por intentarlo no perdemos nada.
Hugo:
Tienes toda la razón Héctor, los mayores siempre nos dicen que la cosas se
solucionan hablando. ¿Qué decís chicas?
Sara:
Me parece una idea estupenda.
(Choca
la mano con Hugo y con Héctor).
Sara:
Amelia, ¿Te animas?
Amelia:
(Algo indecisa) Vale.
(Todos
la abrazan)
Hugo: Nos
vemos mañana al amanecer en la entrada del bosque.
Todos:
Hasta mañana.
(Desaparecen
del escenario. Se cierra el telón. Cambiamos el decorado uno por el decorado
dos)
(Breve reproducción de La mañana de P.Gynt. Se
abre el telón. Entran Hugo, Amelia y Héctor todos con mochilas. Vemos que la
intensidad de la luz es menor y tiene un tono anaranjado)
Hugo: Buenos días chicos
Amelia: Ho-hola-la.
(Tiritando). Menudo frío hace.
Héctor: Es verdad,
estoy seguro que está a punto de llover.
(Se oyen ruidos de truenos y viento)(En ese momento
aparece Amelia).
Amelia: Hola chicos
siento llegar tarde, pero tuve que esperar a que mis padres se fueran para
poder escaparme.
(De nuevo se oyen ruidos de truenos. Comienza a llover)
Héctor: Porras, ya
está lloviendo. Debemos darnos prisa para llegar al castillo antes de que
comience a llover más fuerte.
Amelia: He traído
unos paraguas nos servirán para cubrirnos. (Se descuelga la mochila y reparte
los paraguas a cada uno de sus amigos).
(Caminan por el escenario cubiertos por los paraguas como
si estuvieran atravesando el bosque).
(Se cierra el telón. Cambiamos el decorado 2 por el
decorado 3. Se abre el telón. Continua la lluvia)
Sara: (señala el castillo)
¡Chicos por fin hemos llegado!
(Se oye un fuerte trueno. Los niños se asustan)
Fantasma:( gritando)
¡Largo de aquí!
(Los niños en fila
se acercan muy despacio)
Fantasma: ¡Fueraaaaa!
Sara: Venimos en son de Paz.
Hugo: No queremos hacerte
daño.
Amelia: Sólo
queremos hablar.
Fantasma: ¡Fueraaaaa!
Héctor: Será mejor
que nos marchemos.
(Los niños se dan la vuelta. Es entonces cuando se
escuchan unos sollozos)
Hugo: ¿Habéis oído eso?
Sara: Parece un llanto.
(En la esquina derecha del escenario en la sombra se ve
una figura sentada en el suelo llorando) (Los niños se acercan al fantasma).
Amelia: Hola,
¿estás bien?
(Se sienta junto al fantasma)
Fantasma: No, estoy
muy triste.
(El resto de niños se sientan también)
Sara: ¿Por qué?
Fantasma: No tengo
amigos y siempre estoy muy sólo. Todo el mundo me tiene miedo. Me tiran cosas,
y tratan de atraparme
Hugo: Pero es normal que todo
el mundo te tenga miedo, siempre estás asustando a todo el mundo.
Fantasma: Ya pero
nadie me deja otra opción porque siempre vienen a atacarme. Vosotros sois los primeros
que han intentado hablarme. Yo en realidad no quiero ser malo pero así es como
ve la gente a los fantasmas.
Amelia: Estoy
segura que los habitantes del pueblo te perdonarán si te disculpas y les
cuentas lo mismo que nos has contado a nosotros.
Fantasma:
¿Seguro? (el fantasma sonríe y deja de llover)
Hugo:
Seguro (sonriendo)
Héctor:
Mañana el alcalde se reunirá a las 12 en la plaza del pueblo con todos los
habitantes, nosotros quedaremos diez minutos antes en la entrada del bosque y
te acompañaremos y le diremos a los vecinos que eres bueno y que estás
arrepentido.
Fantasma:
¡Oh!, Muchas gracias chicos, sois los mejores amigos que
he tenido nunca. ¿Os puedo llamar amigos, no?
Todos: ¡Por
supuesto!
Fantasma:
Os espero mañana en la entrada del bosque. Hasta mañana
amigos. Por cierto mi nombre es Juanito.
(Los
niños y el fantasma desaparecen del escenario y lo hacen por lados opuestos. Se
cierra el telón)
(Se
abre el telón. Vemos de nuevo el decorado 1.
Salen a escena aldeanos 1, 2,3 y 4)
Aldeano
1: Esperemos que el alcalde tenga una solución.
(Entra
a escena el alcalde)
Alcalde:
Muy buenos días aldeanos.
Aldeano
3: Buenos días alcalde, ¿y bien?
Alcalde:
Me temo que tengo malas noticias, no he logrado
solucionarlo
(Aldeanos
gritan)
(En
ese momento entran al escenario los niños con el fantasma)
Aldeano
2: (ve a los niños con el fantasma, se sobresalta) ¡Cuidado
niños, el fantasma!
Aldeano
3: ¡Atrapadlo!
Hugo:
¡Noo!, esperad un momento, no es malo, quiere disculparse
y ser nuestro amigo.
Fantasma:
Me llamo Juanito, llevo muerto más de 300 años y desde
siempre todo el mundo me ha tenido miedo. Actué de ese modo tan horrible porque
todos querían atraparme. Espero que me perdonéis y me dejéis vivir en la aldea.
Alcalde:
Yo creo que deberíamos someterlo a votación, ¿quién está
a favor de perdonarle?
(Todos
levantan la mano. Los niños y el fantasma se ponen muy contentos)
Fantasma:
¡Muchas gracias!
(El
fantasma se abraza con los niños y va saludando al alcalde y a los aldeanos, de
fondo escuchamos un hilo musical en allegro).
(Se
cierra el telón)
Narrador:
Damas y caballeros, niños y niñas esta es la historia del
fantasma Juanito que tiene un final feliz, esperamos que hayáis disfrutado de
la obra. Buenas tardes y gracias por venir.
POESÍA
He utilizado
la técnica de recreación de poemas, consiste en escoger un poema y cambiar el
tema, los adjetivos…
He elegido este poema de Alberti porque creo
pude ser divertido para los alumnos y porque Alberti es uno de mis poetas
preferidos.
ME GUSTA
Me gusta.
Me gusta.
Me gusta.
¡Cómo me gusta!
Más que nunca me gusta.
Me gusta tantísimo.
¡Me
gusta muchísimo!
Quiero
decir de todas las maneras
lo mucho
que me gusta.
Todos
ven en mi cara lo mucho que me gusta.
Es
innegable, niños.
No
puedo disimular.
¿Le
gusta?
Me
parece que a usted le gusta mucho.
¿Es
posible que le guste tanto?
¿Siempre
le gusta?
¿Le
gusta en primavera?
¿Le
gusta en verano?
¿Le
gusta el otoño?
¿Le
gusta en invierno?
¡No
es posible que le guste en invierno!
¡Pues
sí!
¡Me gusta!
¡Me
gusta!
¡Me
gusta!
¡Es
lo que más me gusta!
Y de
repente…. ¡Oooh!.
He
tropezado y ¡Plof!.
¿Y
Plof?
Sí,
señor.
Me he
quedado sin eso que tanto me gusta.
¡Me
he quedado sin mi helado de chocolate!
¡ME
HE QUEDADO SIN MI HELADO!
¿Cómo
es posible?
¡Mi
helado!
¡Mi
dulce y chocolateado helado!
¿La
suerte…la…la suerte?
Estoy
pegado al suelo.
¡No
lo puedo evitar!
¡Mmmm…!
¡Cómo
me gusta el helado de chocolate!
PROSA
La aventura de Hugo
Hugo tiene diez
años es pelirrojo, tiene los ojos verdes, pecas en la cara y es alto para su
edad.
Vive con sus padres y su hermano pequeño a las afueras de
Londres en una bonita casa cerca la estación de tren.
Como a todos los
niños de su edad le encanta jugar en la nieve con sus amigos, siempre está muy
emocionado cuando se acercan las
vacaciones de Navidad pero este año estaba mucho más emocionado porque iba a
visitar a sus abuelos que vivían en Transilvania.
Hugo y su familia
cogieron el avión el día 23 por la tarde y tras unas horas de vuelo llegaron al
aeropuerto de Transilvania donde les esperaba su abuelo James.
Recogieron el equipaje y emprendieron el viaje hasta la
casa de su abuelo. Este vivía en un pequeño castillo en un frondoso bosque de las
afueras de Transilvania.
Tras una hora de
viaje llegaron al castillo, Hugo y su hermano Teo se quedaron boquiabiertos
pues nunca lo habían visto y era realmente extraordinario aunque también era
algo tenebroso y daba un poco de miedo.
Entraron en el
castillo, cuando dejaron el equipaje bajaron al salón tal y como les había
dicho el abuelo James que hicieran. Había un suculento festín casi tan
delicioso como el que tomaría la próxima noche para celebrar la Noche Buena.
Cuando terminaron de cenar los padres de Hugo y su
hermano que dormía con ellos se fueron al dormitorio, en cambio Hugo se quedo
con su abuelo, sentado junto al fuego mientras este le contaba la leyenda sobre
el castillo en el que vivía.
Esta decía así: “Cuenta
la leyenda que en este castillo allá por el siglo XV vivía un vampiro, pero era
un vampiro muy peculiar pues sólo atacaba una vez al año, la noche antes de Noche
Buena y sobre todo le gustaba la sangre de los extranjeros“
Hugo subió a su habitación
un poco asustado, se puso su pijama y se metió en la cama pues estaba muy
cansado después del largo día de viaje pero de repente escuchó un trueno y en
ese momento empezó a llover, la ventana se abrió con la fuerza del viento y
Hugo se tapo con las mantas, muy asustado.
No podía dormir porque sentía que estaba siendo
observado, encendió la luz, pero no vio nada. Cerró los ojos y trató de dormir,
pero en ese momento Hugo pudo sentir que algo o alguien muy, muy frío estaba junto
a su lado, estaba nervioso, paralizado y de repente sintió una gran inyección
en el cuello, abrió los ojos y pudo ver la figura de un hombre que desapareció
en ese momento y salió volando por la ventana.
Al día siguiente se despertó y se dio cuenta de que todo había
sido una pesadilla estúpida, pero cuando Hugo fue al baño para lavarse la cara
se dio cuenta de que tenía dos pequeños marcas en el cuello.
Perfecto.
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