lunes, 19 de noviembre de 2012

Adaptación del cuento “La princesa y los siete bandoleros"


Adaptación del cuento “La princesa y los siete bandoleros” versión española de Blancanieves y los siete enanitos. Versión dirigida para los alumnos del segundo ciclo de educación primaria.

LADY ENA Y LOS SIETE HECHICEROS  

Había una vez un hombre llamado Lord Kenneth que vivía en el bello Reino de Inglaterra. A pesar de ser muy rico, dueño de una decena de terrenos y propiedades de la comarca, también era uno de los consejeros más queridos por su majestad el Rey. Era un buen hombre, generoso, amable, bondadoso y justo con todos sus trabajadores, lo que no gustaba nada al resto de nobles. Los nobles pensaban que sus trabajadores y sirvientes eran seres inferiores y no merecían ningún respeto por su parte.
Aunque Lord Kenneth  era respetado y querido por todos sus trabajadores no era feliz porque añoraba sus queridas montañas y la vida en el campo. Por eso  le pidió al Rey permiso para abandonar la corte:

-           Majestad, se que vos soy muy bondadoso y sabéis que os debo devoción pero me debo pedirle un favor.
-           Por supuesto mi querido Lord Kenneth, dijo el Rey.

-           Majestad, me gustaría trasladarme de la corte al campo, añoro mi vida allí, vos sabéis que nunca me gustó vivir en palacio.
El Rey suspiró y dijo:
-           Está bien Lord Kenneth os dejare marchar pero antes debéis prometerme algo, dijo el Rey apenado.

-           Desde luego majestad.

-           Debéis venir a visitarme cada mes y seréis mi voz y mis ojos en aquellas tierras, me informaréis de la situación de los campesinos y de todo lo que suceda. Os encargareis de los problemas y debéis recoged los impuestos.




-           Si mi señor, así será. Se lo agradezco enormemente.

Así fue como Lord Kenneth volvió a sus amadas tierras apartado de la corte. Fue allí donde conoció a Lady Jane, una hermosa mujer hija de uno de los comerciantes más poderosos de la comarca. Tras unos meses de noviazgo se casaron.

Pasaron los años y Lord Kenneth y Lady Jane vivían felizmente alejados de la corte, pero había algo que ambos deseaban y nunca llegaba, un hijo.
Pasaban y pasaban los meses y Lady Jane no se quedaba embarazada. Un buen día Lord Kenneth escuchó hablar sobre un hechicero que vivía al otro lado de la colina con su mujer y sus siete  hijos.
Lord Kenneth decidió ir a ver a escondidas al hechicero, debido a que todo tipo de magia o brujería estaba totalmente prohibido y penado con la muerte en la hoguera.

Una fría noche Lord Kenneth llamo a la puerta del hechicero.

-           Buenas noches buen hombre, ¿qué deseáis?, dijo el hechicero.

-           Buenas noches, me llamo Kenneth, tengo entendido que sois Penta, hechicero del lugar, creo que podéis ayudarme.

-           Sí señor, mi nombre es Penta, pero yo ya no soy hechicero, soy boticario. Sé muy bien quien sois vos, sois uno de los consejeros de su majestad el Rey y sabéis cuál es el castigo para aquellos que practican la magia mi señor.

-           Se lo ruego, necesito de sus servicios, mi esposa y yo llevamos varios años intentando tener hijos pero no hay manera, le ruejo por lo que más quiera que nos ayude, sabéis que soy un hombre rico puedo darle todo el dinero que me pida, títulos, tierras, lo que vos gustéis
.
-           Buen señor,  yo no quiero ni títulos ni tierras. Me compadezco de vos y de vuestra esposa, sé que los hijos son algo maravilloso, yo tengo siete, el pequeño nació la pasada semana. Os ayudare buen señor, os daré un brebaje que debéis dar a vuestra esposa la próxima  noche de luna llena y en nueve meses tendréis un precioso heredero. Pero con una sola condición no debéis revelar a nadie mi secreto. Confío en vos buen hombre, sólo he oído buenas palabras de usted, se que sois amable con vuestros sirvientes.

-           Oh buen hombre tenéis mi palabra, jamás diré que vos me habéis ayudado y ni mucho menos revelaré su secreto. A los ojos del mundo sois un buen boticario.

Así fue como Lord Kenneth regreso a su hogar y le dió el mágico brebaje a su amada esposa una noche de luna llena.
Nueve meses más tarde Lady Jane dio a luz a una preciosa niña a la que llamaron  Ena  por el color rojizo que sus cabellos. Ena es un nombre irlandés que significa fuego pequeño. Sus mejillas eran rosadas y sus ojos azules como dos zafiros.
Lord Kenneth era muy feliz, todos lo eran. Y así fue como poco a poco fueron pasando los años y la pequeña Ena fue creciendo muy feliz junto a sus padres. Les encantaba disfrutar de la tranquilidad y belleza de aquellas tierras.
Todo era maravilloso pero un frío día de invierno cuando la pequeña Ena ya había cumplido los siete años, su madre enfermó y no encontraban cura para sus fiebres. Buscaron a los mejores médicos de la comarca e incluso Lord Kenneth busco al hechicero Penta aunque no lo encontró porque ya no vivía en la casa del otro lado de la colina. Los médicos le dijeron que su esposa no superaría la enfermedad y que no podría sobrevivir al duro invierno.
Antes de morir Lady Jane llamo a su hija sabiendo que apenas le quedaban unos días de vida y le dijo que debía ser una niña buena y feliz. Fue entonces cuando le dio un colgante con el símbolo de la runa del amor:

-           Mi pequeña Ena, quiero que tengas este colgante y lo guardes toda tu vida, para mí es muy especial, me lo regaló tu padre el día de nuestra boda.

-           Está bien mamá, te prometo que siempre lo llevaré.


La pequeña Ena guardó el colgante y se fue muy triste pues sabía que en poco tiempo perdería a su madre.

La noche antes de morir, Lord Kenneth estaba junto a su esposa cuando esta le dijo:
-           Querido mío, vos sabéis al igual que yo que no me queda mucho tiempo de vida y por eso os ruego que me prometáis algo.

-           Lo me pidáis, dijo su esposo muy apenado.
-           Quiero que os volváis a casar, nuestra hija necesita una madre y yo quiero que seáis feliz.

A la mañana siguiente falleció Lady Jane, Ena y su padre se quedaron muy tristes pero a pesar de la pérdida de su madre la pequeña Ena creció feliz. Al paso de un año Lord Kenneth decidió casarse de nuevo para así darle una nueva madre a su hija.
Se casó con una bella joven viuda que conoció en palacio en una de sus mensuales visitas al Rey. Era bella, buena, culta y parecía que sería una persona a la que le gustaban mucho los niños por eso pensó que sería una buena madre para educar a su hija.
Desde el principio Ena se encariñó mucho con su nueva madre y ésta con la pequeña pero con el paso de los años  la pequeña Ena se fue convirtiendo en una joven cada día más bella y comenzaba a hacer sombra a su madrastra.
La madrastra tenía muchos celos y envidia de la joven y el cariño comenzó a convertirse en odio; el odio era tal que tras pensar mucho decidió que debía deshacerse de ella.
Unos días después del 17 cumpleaños de Ena, la madrastra llamó a un viejo amigo suyo que era soldado del Rey para que la raptara y la asesinara. Una vez muerta debía llevarle en un pequeño cofre su ropa ensangrentada y un mechón de su rojizo cabello (ya que Ena no dejaba a nadie que le tacara el pelo).
Así fue como el soldado obedeció las órdenes de la malvada madrastra y raptó a Lady Ena. Cuando estaban en lo más profundo del bosque el soldado se apiadó de la joven y le dijo que debía huir a la ciudad y que no volviese nunca. La joven le dejó su pañuelo y se cortó uno de sus mechones.  Éste se los entrego a Lord Kenneth. Desde entonces Lord Kenneth estaba siempre triste y de mal humor al pensar que no volvería a ver a su hija.
Ena corrió y corrió por todo el bosque durante muchas horas y tuvo que pasar allí varias noches muerta de frío y de miedo. Tras varios días caminando sin rumbo Ena vio a lo lejos lo que parecía una pequeña aldea.
Se acercó a paso ligero y pronto llegó a la extraña aldea. Tras caminar un rato se acercó a una curiosa tienda que se llamaba: DOREMIFASOLLASI. Decidió entrar para ver si podían darle cobijo. Era una tienda muy extraña y al fondo vio a un joven:

-           Buenas tardes ¿qué deseáis?,  dijo el joven con un tono algo arisco. Pensó que Ena era una vagabunda por el aspecto que tenia ya que llevaba varios días caminando y sin apenas haber comido.


-       Emmm yo…llevo varios días caminando sin apenas dormir …ni comer … me gustaría saber si pudiera darme algo de comer, no tengo a donde ir.

-           Está bien te daré algo de comida y dejaré que te calientes junto al fuego. En unas horas volverán mis seis hermanos y consultaré con ellos si puedes quedarte a pasar la noche. Por cierto mi nombre es Simón.

Pasaron unas horas y como había dicho el joven llegaron el resto de sus hermanos.
Simón habló con sus hermanos y decidieron que Ena se podía quedar a pasar la noche y también unos días si era necesario hasta que encontrase un trabajo.
Fueron pasando los días y Ena se encontraba muy bien con los siete y ellos también con ella. Sobre todo le caía bien Simón que tenía la misma edad.
El mayor de todos los hermanos se llamaba Dorian que era el más sabio de todos, el segundo Remus, el tercero Michael, el cuarto Fabian, el quinto Solem y  el penúltimo de los hermanos tenía el nombre de Larry. Ena cada vez estaba más unida a los hermanos y así es como empezó a trabajar con ellos en la tienda y le contaron su secreto. No solo tenía la botica sino que también eran hechiceros y realizaban  mágicos brebajes que en aquella época estaban prohibidos. Por eso debían esconderse.
 Lo que Ena no sabía es que eran los hijos del famoso hechicero Penta y que habían tenido que huir de la casa del otro lado de la colina tras la muerte de sus padres para esconderse de la guardia real y no ser encerrados por brujería.
 Fueron pasando los días, las semanas, los meses y Ena pasó a ser uno más de ellos, les ayudaba a vender en la botica y la enseñaban a preparar los mágicos brebajes.
Ya habían pasado cuatro años desde que Ena estaba viviendo con los hechiceros hasta un día los siete hermanos fueron  al bosque a por especias e ingredientes para la botica y llegó la noche y volvieron. Ena estaba muy preocupada hasta que llegó Dorian, el mayor de los hermanos.

-           ¿Qué ocurre Dorian? ¿Dónde están los demás?, dijo Ena preocupada.

-           Los han atrapado, yo he logrado escaparme.

-           ¿Pero quién los ha atrapado?

-           Ha sido uno de los encargados del rey, se llama Lord Kenneth.

-           ¿Pero están bien? ¿Cómo está Simon?, preguntó Ena muy disgustada, pues aunque no lo quería reconocer estaba muy enamorada de él y Simón de ella.

-           Ena, Simón está bien, no está herido, el problema es que irán a la cárcel y sabes que si demuestran que son hechiceros la pena es la hoguera.

-           No te preocupes Dorian, sé  cómo podemos ayudarles, dijo Ena.

Ena y Dorian se dirigieron a Palacio donde Lord Kenneth había llevado al resto de hermanos. Cuando llegaron a palacio vieron a Lord Kenneth  y a los seis hermanos.
-           Padre, dijo Ena

-           ¿Ena?, dijo su padre muy extrañado. No puede ser posible ¿eres tú?

-           Si papá soy yo.

-            Pero eso no es posible, me dijeron que habías muerto. Fue entonces cuando Ena sacó el colgante que su madre le había regalado poco antes de morir.

-           ¡Oh! hija mía eres tú, dijo Lord Kenneth, entre lagrimas mientras abrazaba a su hija y le contó lo sucedido con la madrasta.

-           Padre no podéis entregar a estos hombres, ahora son mi familia ellos me acogieron y yo amo a Simón. Su padre fue un buen boticario y vivió cerca de nuestra aldea, se llamaba Penta.

-            ¿De verdad vuestro padre era Penta?,  preguntó Lord Kenneth a los hermanos.

-           Sí señor, era nuestro padre.

-           Yo le conocía, era un buen hombre y me ayudó mucho, por eso lo menos que puedo hacer por él es ayudaros además habéis sido muy buenos con mi hija.

Los siete hermanos fueron liberados, Lord Kenneth recupero a su hija, el Rey desterró a la malvada madrastra por petición del padre de Ena y esta se casó con Simón y siguieron trabajando felices en su botica DOREMIFASOLLASI.


                            FIN

Cambios en adaptación del cuento
Personajes:
  • -            Rosalinda (Lady Ena),
  • -           Lord Kenneth (rey)
  • -           Lady Jane (reina)
  • -           Madrastra.
  • -           Soldado
  • -           Los  siete bandoleros (siete hechiceros ).
  • -           Penta y su mujer (padres de los siete hechiceros).
  •          Rey

Lugar de desarrollo de la historia:

-           Reino Inglaterra y sus bosques (Sierra Morena).
Otros cambios
  • -           El colgante en lugar de ser de la virgen del La Macarena es de símbolo de una runa. 
  • -           La edad de la niña cuando muere la madre, tiene siete años.
  • -           He cambiado los siete bandoleros por siete hechiceros.
  • -           No es princesa, aunque si es noble.
  • -           En lugar de despeñar a Lady Ena,  la madrastra dice que debe deshacerse de ella, y en lugar de llevar el corazón en un arcón y los girones de su ropa ensangrentada, el soldado lleva un mechón de su pelo y un pañuelo ensangrentado.
  • -           El soldado no tienen ninguna relación “especial” con la madrastra de Ena.
  • -           En lugar de llegar a una cueva donde encuentra a los bandoleros, llega a una aldea y entra en una botica.
  • -           He añadió el personaje de Penta, he incluido que Lady Jane se queda”embarazada” con la ayuda del mágico brebaje, para darle un aire mágico a la historia.
  • -           Aparecen los nombres de los siete hermanos. Y tienen una simbología, cada inicio del nombre de los hermanos corresponde con las notas musicales (Dorian, Remus, Michael, Fabian, Solem , Larry y Simón), aunque no he incluido el” do`” para que fueran siete. Por eso el nombre de la botica es DOREMIFASOLLASI. El padre se llama Penta (pentagrama).
  • -           Aunque el hermano menor y Ena están enamorados, no se pone la condición que para quedarse Ena debe ser tratada como una hermana, aunque luego es tratada como un más.
  • -           El hermano mayor es el más sabio, que sería como el “jefe”, en lugar del hermano pequeño.
  • -           Pasan cuatros años en lugar de dos hasta que se reencuentra con su padre.
  • -           Cuando son capturados sólo vuelve un hermano.
  • -           He cambiado la manera en la que son rescatados los hermanos, aunque si son “salvados” por Ena y su padre.
  • -           La madrastra es desterrada en lugar de ser apresada.
  • -           Los hermanos no pasar a formar parte de la corte pero si pueden mantener la botica.
  • -           Ena y Simón se casan pero en lugar de vivir como nobles se queda a vivir en la botica.


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