Adaptación del cuento “La princesa y los siete bandoleros” versión
española de Blancanieves y los siete enanitos. Versión dirigida
para los alumnos del segundo ciclo de educación
primaria.
LADY ENA Y LOS SIETE HECHICEROS
Había una vez un
hombre llamado Lord Kenneth que vivía en el bello Reino de Inglaterra. A
pesar de ser muy rico, dueño de una decena de terrenos y propiedades de la
comarca, también era uno de los consejeros más queridos por su majestad el Rey.
Era un buen hombre, generoso, amable, bondadoso y justo con todos sus
trabajadores, lo que no gustaba nada al resto de nobles. Los nobles pensaban
que sus trabajadores y sirvientes eran seres inferiores y no merecían ningún
respeto por su parte.
Aunque Lord Kenneth era respetado y querido por todos sus
trabajadores no era feliz porque añoraba sus queridas montañas y la vida en el
campo. Por eso le pidió al Rey permiso
para abandonar la corte:
-
Majestad, se que vos soy muy bondadoso y sabéis que os
debo devoción pero me debo pedirle un favor.
-
Por supuesto mi querido Lord Kenneth, dijo el Rey.
-
Majestad, me gustaría trasladarme de la corte al campo,
añoro mi vida allí, vos sabéis que nunca me gustó vivir en palacio.
El Rey suspiró y
dijo:
-
Está bien Lord Kenneth os dejare marchar pero antes debéis
prometerme algo, dijo el Rey apenado.
-
Desde luego majestad.
-
Debéis venir a visitarme cada mes y seréis mi voz y mis
ojos en aquellas tierras, me informaréis de la situación de los campesinos y de
todo lo que suceda. Os encargareis de los problemas y debéis recoged los
impuestos.
-
Si mi señor, así será. Se lo agradezco enormemente.
Así fue como Lord
Kenneth volvió a sus amadas tierras apartado de la corte. Fue allí donde
conoció a Lady Jane, una hermosa mujer hija de uno de los comerciantes más
poderosos de la comarca. Tras unos meses de noviazgo se casaron.
Pasaron los años y
Lord Kenneth y Lady Jane vivían felizmente alejados de la corte, pero había
algo que ambos deseaban y nunca llegaba, un hijo.
Pasaban y pasaban los
meses y Lady Jane no se quedaba embarazada. Un buen día Lord Kenneth escuchó
hablar sobre un hechicero que vivía al otro lado de la colina con su mujer y
sus siete hijos.
Lord Kenneth decidió ir a ver a escondidas al hechicero, debido a que todo
tipo de magia o brujería estaba totalmente prohibido y penado con la muerte en
la hoguera.
Una fría noche Lord Kenneth llamo a la puerta del hechicero.
-
Buenas noches buen
hombre, ¿qué deseáis?, dijo el hechicero.
-
Buenas noches, me llamo
Kenneth, tengo entendido que sois Penta, hechicero del lugar, creo que podéis
ayudarme.
-
Sí señor, mi nombre es
Penta, pero yo ya no soy hechicero, soy boticario. Sé muy bien quien sois vos,
sois uno de los consejeros de su majestad el Rey y sabéis cuál es el castigo
para aquellos que practican la magia mi señor.
-
Se lo ruego, necesito de
sus servicios, mi esposa y yo llevamos varios años intentando tener hijos pero
no hay manera, le ruejo por lo que más quiera que nos ayude, sabéis que soy un
hombre rico puedo darle todo el dinero que me pida, títulos, tierras, lo que vos
gustéis
.
-
Buen señor, yo no quiero ni títulos ni tierras. Me
compadezco de vos y de vuestra esposa, sé que los hijos son algo maravilloso, yo
tengo siete, el pequeño nació la pasada semana. Os ayudare buen señor, os daré
un brebaje que debéis dar a vuestra esposa la próxima noche de luna llena y en nueve meses tendréis
un precioso heredero. Pero con una sola condición no debéis revelar a nadie mi
secreto. Confío en vos buen hombre, sólo he oído buenas palabras de usted, se
que sois amable con vuestros sirvientes.
-
Oh buen hombre tenéis mi
palabra, jamás diré que vos me habéis ayudado y ni mucho menos revelaré su
secreto. A los ojos del mundo sois un
buen boticario.
Así fue como Lord Kenneth regreso a su hogar y le
dió el mágico brebaje a su amada esposa una noche de luna llena.
Nueve meses más tarde Lady Jane dio a luz a una
preciosa niña a la que llamaron Ena por el color rojizo que sus cabellos. Ena es
un nombre irlandés que significa fuego pequeño. Sus mejillas eran rosadas y sus
ojos azules como dos zafiros.
Lord Kenneth era muy feliz, todos lo eran. Y así
fue como poco a poco fueron pasando los años y la pequeña Ena fue creciendo muy
feliz junto a sus padres. Les encantaba disfrutar de la tranquilidad y belleza
de aquellas tierras.
Todo era maravilloso pero un frío día de invierno
cuando la pequeña Ena ya había cumplido los siete años, su madre enfermó y no
encontraban cura para sus fiebres. Buscaron a los mejores médicos de la comarca
e incluso Lord Kenneth busco al hechicero Penta aunque no lo encontró porque ya
no vivía en la casa del otro lado de la colina. Los médicos le dijeron que su
esposa no superaría la enfermedad y que no podría sobrevivir al duro invierno.
Antes de morir Lady Jane llamo a su hija sabiendo
que apenas le quedaban unos días de vida y le dijo que debía ser una niña buena
y feliz. Fue entonces cuando le dio un colgante con el símbolo de la runa del
amor:
-
Mi
pequeña Ena, quiero que tengas este colgante y lo guardes toda tu vida, para mí
es muy especial, me lo regaló tu padre el día de nuestra boda.
La pequeña Ena guardó el colgante y se fue muy
triste pues sabía que en poco tiempo perdería a su madre.
La noche antes de morir, Lord Kenneth estaba
junto a su esposa cuando esta le dijo:
-
Querido
mío, vos sabéis al igual que yo que no me queda mucho tiempo de vida y por eso
os ruego que me prometáis algo.
-
Lo
me pidáis, dijo su esposo muy apenado.
-
Quiero
que os volváis a casar, nuestra hija necesita una madre y yo quiero que seáis
feliz.
A la mañana siguiente falleció Lady Jane, Ena y
su padre se quedaron muy tristes pero a pesar de la pérdida de su madre la
pequeña Ena creció feliz. Al paso de un año Lord Kenneth decidió casarse de
nuevo para así darle una nueva madre a su hija.
Se casó con una bella joven viuda que conoció en
palacio en una de sus mensuales visitas al Rey. Era bella, buena, culta y
parecía que sería una persona a la que le gustaban mucho los niños por eso
pensó que sería una buena madre para educar a su hija.
Desde el principio Ena se encariñó mucho con su
nueva madre y ésta con la pequeña pero con el paso de los años la pequeña Ena se fue convirtiendo en una
joven cada día más bella y comenzaba a hacer sombra a su madrastra.
La madrastra tenía muchos celos y envidia de la
joven y el cariño comenzó a convertirse en odio; el odio era tal que tras
pensar mucho decidió que debía deshacerse de ella.
Unos días después del 17 cumpleaños de Ena, la
madrastra llamó a un viejo amigo suyo que era soldado del Rey para que la raptara
y la asesinara. Una vez muerta debía llevarle en un pequeño cofre su ropa
ensangrentada y un mechón de su rojizo cabello (ya que Ena no dejaba a nadie
que le tacara el pelo).
Así fue como el soldado obedeció las órdenes de
la malvada madrastra y raptó a Lady Ena. Cuando estaban en lo más profundo del
bosque el soldado se apiadó de la joven y le dijo que debía huir a la ciudad y
que no volviese nunca. La joven le dejó su pañuelo y se cortó uno de sus
mechones. Éste se los entrego a Lord
Kenneth. Desde entonces Lord Kenneth estaba siempre triste y de mal humor al
pensar que no volvería a ver a su hija.
Ena corrió y corrió por todo el bosque durante
muchas horas y tuvo que pasar allí varias noches muerta de frío y de miedo. Tras
varios días caminando sin rumbo Ena vio a lo lejos lo que parecía una pequeña
aldea.
Se acercó a paso ligero y pronto llegó a la
extraña aldea. Tras caminar un rato se acercó a una curiosa tienda que se llamaba:
DOREMIFASOLLASI. Decidió entrar para ver si podían darle cobijo. Era una tienda
muy extraña y al fondo vio a un joven:
-
Buenas
tardes ¿qué deseáis?, dijo el joven con
un tono algo arisco. Pensó que Ena era una vagabunda por el aspecto que tenia
ya que llevaba varios días caminando y sin apenas haber comido.
- Emmm
yo…llevo varios días caminando sin apenas dormir …ni comer … me gustaría saber
si pudiera darme algo de comer, no tengo a donde ir.
-
Está
bien te daré algo de comida y dejaré que te calientes junto al fuego. En unas
horas volverán mis seis hermanos y consultaré con ellos si puedes quedarte a
pasar la noche. Por cierto mi nombre es Simón.
Pasaron unas horas y como había dicho el joven
llegaron el resto de sus hermanos.
Simón habló con sus hermanos y decidieron que Ena
se podía quedar a pasar la noche y también unos días si era necesario hasta que
encontrase un trabajo.
Fueron pasando los días y Ena se encontraba muy bien
con los siete y ellos también con ella. Sobre todo le caía bien Simón que tenía
la misma edad.
El mayor de todos los hermanos se llamaba Dorian que
era el más sabio de todos, el segundo Remus, el tercero Michael, el cuarto
Fabian, el quinto Solem y el penúltimo
de los hermanos tenía el nombre de Larry. Ena cada vez estaba más unida a los
hermanos y así es como empezó a trabajar con ellos en la tienda y le contaron
su secreto. No solo tenía la botica sino que también eran hechiceros y
realizaban mágicos brebajes que en
aquella época estaban prohibidos. Por eso debían esconderse.
Lo que Ena
no sabía es que eran los hijos del famoso hechicero Penta y que habían tenido
que huir de la casa del otro lado de la colina tras la muerte de sus padres
para esconderse de la guardia real y no ser encerrados por brujería.
Fueron
pasando los días, las semanas, los meses y Ena pasó a ser uno más de ellos, les
ayudaba a vender en la botica y la enseñaban a preparar los mágicos brebajes.
Ya habían pasado cuatro años desde que Ena estaba
viviendo con los hechiceros hasta un día los siete hermanos fueron al bosque a por especias e ingredientes para
la botica y llegó la noche y volvieron. Ena estaba muy preocupada hasta que llegó
Dorian, el mayor de los hermanos.
-
¿Qué
ocurre Dorian? ¿Dónde están los demás?, dijo Ena preocupada.
-
Los
han atrapado, yo he logrado escaparme.
-
¿Pero
quién los ha atrapado?
-
Ha
sido uno de los encargados del rey, se llama Lord Kenneth.
-
¿Pero
están bien? ¿Cómo está Simon?, preguntó Ena muy disgustada, pues aunque no lo
quería reconocer estaba muy enamorada de él y Simón de ella.
-
Ena,
Simón está bien, no está herido, el problema es que irán a la cárcel y sabes
que si demuestran que son hechiceros la pena es la hoguera.
-
No
te preocupes Dorian, sé cómo podemos
ayudarles, dijo Ena.
Ena y Dorian se
dirigieron a Palacio donde Lord Kenneth había llevado al resto de hermanos.
Cuando llegaron a palacio vieron a Lord Kenneth
y a los seis hermanos.
-
Padre,
dijo Ena
-
¿Ena?,
dijo su padre muy extrañado. No puede ser posible ¿eres tú?
-
Si
papá soy yo.
-
Pero eso no es posible, me dijeron que habías
muerto. Fue entonces cuando Ena sacó el colgante que su madre le había regalado
poco antes de morir.
-
¡Oh!
hija mía eres tú, dijo Lord Kenneth, entre lagrimas mientras abrazaba a su hija
y le contó lo sucedido con la madrasta.
-
Padre
no podéis entregar a estos hombres, ahora son mi familia ellos me acogieron y
yo amo a Simón. Su padre fue un buen boticario y vivió cerca de nuestra aldea,
se llamaba Penta.
-
¿De verdad vuestro padre era Penta?, preguntó Lord Kenneth a los hermanos.
-
Sí
señor, era nuestro padre.
-
Yo
le conocía, era un buen hombre y me ayudó mucho, por eso lo menos que puedo
hacer por él es ayudaros además habéis sido muy buenos con mi hija.
Los siete hermanos
fueron liberados, Lord Kenneth recupero a su hija, el Rey desterró a la malvada
madrastra por petición del padre de Ena y esta se casó con Simón y siguieron
trabajando felices en su botica DOREMIFASOLLASI.
FIN
Cambios en
adaptación del cuento
Personajes:
- - Rosalinda (Lady Ena),
- - Lord Kenneth (rey)
- - Lady Jane (reina)
- - Madrastra.
- - Soldado
- - Los siete bandoleros (siete hechiceros ).
- - Penta y su mujer (padres de los siete hechiceros).
- Rey
Lugar de desarrollo de la historia:
-
Reino
Inglaterra y sus bosques (Sierra Morena).
Otros cambios
- - El colgante en lugar de ser de la virgen del La Macarena es de símbolo de una runa.
- - La edad de la niña cuando muere la madre, tiene siete años.
- - He cambiado los siete bandoleros por siete hechiceros.
- - No es princesa, aunque si es noble.
- - En lugar de despeñar a Lady Ena, la madrastra dice que debe deshacerse de ella, y en lugar de llevar el corazón en un arcón y los girones de su ropa ensangrentada, el soldado lleva un mechón de su pelo y un pañuelo ensangrentado.
- - El soldado no tienen ninguna relación “especial” con la madrastra de Ena.
- - En lugar de llegar a una cueva donde encuentra a los bandoleros, llega a una aldea y entra en una botica.
- - He añadió el personaje de Penta, he incluido que Lady Jane se queda”embarazada” con la ayuda del mágico brebaje, para darle un aire mágico a la historia.
- - Aparecen los nombres de los siete hermanos. Y tienen una simbología, cada inicio del nombre de los hermanos corresponde con las notas musicales (Dorian, Remus, Michael, Fabian, Solem , Larry y Simón), aunque no he incluido el” do`” para que fueran siete. Por eso el nombre de la botica es DOREMIFASOLLASI. El padre se llama Penta (pentagrama).
- - Aunque el hermano menor y Ena están enamorados, no se pone la condición que para quedarse Ena debe ser tratada como una hermana, aunque luego es tratada como un más.
- - El hermano mayor es el más sabio, que sería como el “jefe”, en lugar del hermano pequeño.
- - Pasan cuatros años en lugar de dos hasta que se reencuentra con su padre.
- - Cuando son capturados sólo vuelve un hermano.
- - He cambiado la manera en la que son rescatados los hermanos, aunque si son “salvados” por Ena y su padre.
- - La madrastra es desterrada en lugar de ser apresada.
- - Los hermanos no pasar a formar parte de la corte pero si pueden mantener la botica.
- - Ena y Simón se casan pero en lugar de vivir como nobles se queda a vivir en la botica.
Perfecto. Me ha gustado mucho.
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